Berengena
La berenjena es un vegetal muy característico, tanto
por su sabor, como por su textura esponjosa.
Se trata del fruto
comestible de una planta que lleva su mismo nombre, aunque su nombre
científico es Solanum melongena.
Tiene una piel lisa cuya tonalidad varía en función de la variedad, siendo las más conocidas la de piel negra o morada.
Es un alimento saludable y poco calórico, ya que más del 90% del fruto es agua.
No se debe consumir la berenjena cruda porque contiene un compuesto químico llamado solanina, que en elevadas cantidades es perjudicial para el ser humano
Si nos centramos en sus micronutrientes, minerales como el potasio (214 mg/100 g), el fósforo (21,4 mg/100g) y el magnesio (12 mg/100 g), y vitaminas como el ácido fólico (18 mcg/100 g) y la vitamina C (6 mg/100 g), son sus principales aportes.
En principio no es necesario preparar la berenjena de forma especial antes de cocinarla, más allá de lavarla bien y cortarla después en función del tipo de plato que vayamos a elaborar. Antiguamente, debido al intenso amargor que tenía este fruto, algunas personas preferían reducirlo lo máximo posible; para ello bastaba con cortar la berenjena en discos y dejarla a remojo unos minutos en agua fría y sal. Después se escurría bien, se secaba con un poco de papel o un trapo limpio, y ya estaba lista para cocinar.
